Por generaciones se nos ha transmitido que el parto duele y que de poder elegir, deberíamos optar por no sufrirlo. Pero poco nos han dicho sobre lo poderosas que somos las mujeres. Dar a luz a un hijo en un parto natural y respetado, es una de las experiencias de vida que cambia la forma de sentir de las mujeres, es un acto que trasciende en la madre, en el bebé y su desarrollo, y de la manera en que se vive puede dejar una huella empoderante y positiva o bien, una experiencia dolorosa y que no se quiere repetir.
Durante años se ha transmitido mucha información que hace que la mujer tenga miedo en el momento del parto y que la hace desear ser rescatada del mismo y evitar el dolor que éste causa. Pero afortunadamente, existe también información positiva de la experiencia del parto natural que hace que algunas mujeres quieran "vivir y ser protagonistas" de esa experiencia, denominándola, parto humanizado o parto respetado.
La realidad es que el parto es un evento fisiológico, natural e involuntario, que pertenece a la esfera de la sexualidad femenina y en el que poco o nada deberíamos intervenir, para que pueda desarrollarse de manera en que la mujer se sienta participe de su proceso y en control del mismo, y no solo un medio para que su bebé nazca en manos de terceros que controlan se experiencia.
Acciones a modificar en los hospitales al momento de la atención del parto de acuerdo a la NOM-007- Para la atención del Embarazo, Parto, Puerperio y Recién nacido: Durante el embarazo se debe informar a la mujer, principalmente sobre los cambios normales, la importancia de la vigilancia médica cuidados importantes y signos de alarma. Pero sobre todo, brindarle la confianza de su capacidad para ser madre, que entre ella, su pareja o familiar y el equipo de salud, se integra un equipo, con el objetivo de hacer de esta bella etapa, una experiencia inolvidable.
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