Conclusiones.
Considero que la aportación educativa sobre el tema del parto humanizado, corresponde al entorno social, ya que la industrialización del mundo, la forma en que el ser humano busca la comodidad en la vida, nos lleva a tal grado que en momentos esenciales de la vida, se pierda la esencia de lo natural hasta en el momento de nacer, se comenta últimamente en los diferentes contextos sociales y culturales la obligación de preservar la naturaleza y la ecología, que de no hacerlo, contratará en la pérdida de la misma humanidad, y el regreso a lo naturaleza del parto, esta en completo a pego a esta demanda social básicamente, pero con gran influencia política y económica, ya que las acciones encausadas en esta propuesta, no tiene costo, solo representan un cambio de actitud al momento del nacimiento.
En estos conceptos señalados se puede observar la urgente necesidad de
redefinir y transformar la manera como nacemos.
En consecuencia, se visualizan los dos ámbitos que
representan la llegada de la vida: el parto y el nacimiento, como eventos
cruciales que precisan de la atención humanizada y la sensibilización ética
y responsable que garantizan nuestros derechos desde la concepción.
Se considera, entonces, que el parto y nacimiento humanizados son
derechos humanos de las mujeres, niños, niñas, adolescentes, padres y
familias, que respetan y garantizan el derecho a la vida en condiciones de
dignidad para alcanzar el bienestar social. Es el respeto de los procesos
del embarazo, parto y nacimiento, considerando el tiempo, el ritmo, la
fisiología y emociones de cada madre, para hacer del momento del
alumbramiento un evento placentero, cargado de amor y en compañía
de quien la madre decida, ya sea el parto por vía vaginal o cesárea.